30 de abril de 2006

El Propietario del Lector (sobre la honestidad periodística)

(Christian Boltanski)


Continúa la semanal labor de traduttore, traditore por parte del ‘Defensor del Lector’ (
El País, hoy) El lector lo es con mayúsculas, disuelta su opinión y su criterio en las hormas del periodismo-guía, en el periodismo como verdad revelada, en el medio como gran timonel. No importa la opinión sino la conducta al manifestarla.

“Los seudónimos del Foro:
Miguel Veyrat telefoneó el lunes pasado para criticar que las opiniones que se recogen en el espacio Foro Digital, creado en febrero pasado, se publiquen firmadas con alias o seudónimos. "Esto ofende mi sensibilidad de lector", precisó. Veyrat, un veterano periodista dedicado ahora a la literatura, argumentó que un diario serio no puede ocultar a los lectores quién sostiene cada opinión que publica, y recordó que, salvo los editoriales, atribuibles al director, los textos de opinión siempre han figurado firmados con nombre y apellido, incluidas las cartas al director. El uso de seudónimos le trae a Veyrat a la cabeza las formas de "la agresiva ultraderecha, tan presentes últimamente en Internet".

Ya saben, las formas de la agresiva ultraderecha, tan presentes últimamente en Internet. Basta con presentar una secuencia que empieza con una opinión ‘prestigiosa’ –prestigio acreditado por el intérprete Sebastián Serrano, por supuesto- y degenera rápidamente en generalización, para condenar los Foros digitales –excluido el de suscriptores a El País, al que más adelante se exculpa en este pregón semanal- opinados por aguerridos ultraderechistas.

La redacción de la sección ‘El Defensor del Lector’ utiliza técnicas de hoja parroquial: los feligreses seleccionados por el párroco confirman los dogmas, dan testimonio del periodismo como prueba de fe: importa la identidad real del acólito, no su opinión. El nombre y apellidos del lector santifican al medio. El seudónimo huele a infierno, a ocultación de intenciones perversas. Así, el corolario final de la defensa de esta semana excluye cualquier duda, cualquier posibilidad de salvación democrática para los foristas con seudónimo y, por tanto, para los Foros que los acogen: “¿Pero utilizar esta nueva herramienta de participación comporta asumir el uso de seudónimos? Dicho de otra manera: ¿es el anonimato consustancial a Internet? Creo sinceramente que no, y considero justificada la queja de los lectores. Más aún: no descartaría que, para colocar en su lugar a quienes utilizan el ciberespacio para insultar, la mayoría acabe superando la dulce adicción al anonimato.”

A confesarse, nickjornaleros.

La playa del coco (Carta de una cotorrera)

(Charles Darwin)


(Colaboración especial de 'Burriana, París y Londres', traído de El Quicio de la Mancebía)

Estimadas busconas:

He estado alojada unos días, invitada por mis amigos Charles Darwin, Thomas Huxley y Ernst Haeckel, en la paradisíaca Isla de Cocos, en donde hemos preparado unas notas de cara a la Asamblea que sobre el origen del hombre se va a celebrar en Oxford durante el mes de junio. Y que después os contaré.

El ambiente está muy caldeado, dicen que mi amigo Charles Darwin afirma que el hombre desciende del mono, que lo de Adán y Eva es mentira, que la Biblia es un cuento y que el mundo no había sido creado a las 9 de la mañana del 23 de octubre del año 4004 AC. Los obispos están que trinan y culpan, además, a un francés llamado Lamarck.

No, no, no, Pablo Iglesias todavía no ha fundado el PSOE.

Las Cocos son unas islas de coral de aguas transparentes, playas de blanca arena y cielos azules y maravillosos. Su vegetación está dominada por los cocoteros. Su clima es uniforme y cálido, benignamente atemperado por las brisas y corrientes del océano Indico. Sin turistas y alejadas del mundanal ruido. Y a solo a unas millas de la costa de Sumatra.

Almejas como no habéis soñado, perros que pescan, tortugas marinas tan grandes que sirven de calesas, nativos de ensueño que ni os cuento, y un cangrejo comedor de cocos, que os gustaría conocer- con las patas en forma de pinzas, atenaza al coco, le da la vuelta y le extrae la carne-, una admirable perfección de la naturaleza. ¿Acaso un antecesor de nuestra especie cotorrera?

El viaje según lo previsto lo efectuamos desde las costas australianas a bordo del bergantín “Beagle”, capitaneado por Robert Fitz-Roy, a finales de abril. La singladura fue tranquila, salvo en una zona de baja presión acompañada por vientos fuertes que superaban los cuarenta nudos, y que gracias a la autoridad y al arte de navegar de nuestro experto capitán pasó desapercibida.

Estos son mis amigos y conocidos:

Charles Darwin, 5 años viajando por todo el mundo, a bordo del Beagle, como naturalista. Su excitante y extraordinario periplo fue el inicio de una nueva concepción en el origen y evolución de las distintas formas de vida de la Tierra. En un solo día se agotó la primera edición de 'El origen de las especies'.

(Frontispiece from T. H. Huxley's,
Evidence as to Man's Place in Nature)

Decía que todas las especies vivientes proceden de otras anteriores y solo sobreviven los más fuertes. Y además toda esta fortaleza se heredaba y se transmitía a su descendencia.

Todo era nuevo para mí. Charles me explicaba: imagínate cotorrera una zona de la tierra donde hace mucho calor, tú sabes que cuando tomas mucho el sol te vuelves morena, casi negra. Y si hace mucho, mucho sol el hombre se vuelve negro para poderse defender de los rayos solares. Y en esas circunstancias los hombres blancos desaparecen quemaditos o agotados por su poca resistencia. ¿Y quien sobrevivirá en esas condiciones? Pues aquellos que por la razón que fuera se han vuelto negros. Y a follar y a reproducirse, y una raza nueva. Vivir para ver.

El amigo Huxley comentaba que en todos los cerebros que había examinado de monos catarrinos (los del Viejo Mundo, decía) y platirrinos (los titís o monos americanos) no había encontrado ninguna diferencia con el cerebro de los cadáveres de humanos que había analizado en el cementerio civil de Londres. Un activo propagandista.

De Ernst Haeckel no me fiaba, alemán, chulo, se creía superior a nosotros, se encantaba con las medusas, defensor de las clases sociales y de la “lucha de la existencia”, y en un alarde de imaginación dijo aquello que el “hombre desciende del mono”. Y sin televisión se hizo más famoso que Maradona.

Yo no entendía nada, estaba más preocupada por mi bronceado y por mi malayo que por estos tres locos. Con el capitán hice varias excursiones cortas por el interior de la isla, y me enseñó a distinguir el alcatraz rabilargo del diminuto y tentador alcatraz falicorto. Yo creo que tenía celos del isleño.

La asamblea de Oxford.

La Universidad de Oxford fue el escenario. Se habían reunido todas las mentes privilegiadas de las ciencias y de la religión, para poner a parir a los tres. A la cabeza su obispo, Samuel Wilberforce, con porte episcopal y seguro de sí mismo.

Los estudiantes aplaudían y gritaban, el clero pedía cabezas, las damas agitaban sus pañuelos, los niños llorando y dando por el culo como siempre. Gresca total.

Charles Darwin calladito, y de pronto el obispo que reconoce al joven biólogo Thomas Huxley le espeta irónicamente: “¿ Sostiene usted acaso que desciende de un mono por parte de su abuela o por parte de su abuelo?”, Huxley replica: “Preferiría descender de los monos, tanto por línea paterna como materna, que descender de un hombre culto que prostituye la cultura y la inteligencia al servicio del prejuicio y de la falsedad”. Alboroto espectacular. Las guardias desalojan la sala. Se acabó.

Darwin es ahora reconocido como el creador de la biología moderna. Durante su vida no recibió honor oficial alguno. Eso sí , está enterrado en Westminster.

Ernst Haeckel agonizó sin pena ni gloria.

El nieto de Thomas, Aldous Huxley, murió de una sobredosis de LSD.

Fitz-Roy se cortó el cuello un domingo 30 de abril.

Y Lamarck, lo averiguáis vosotras.

(Geological map of South America,
Cambridge University Library)

29 de abril de 2006

GAIA: El mundo feliz.

(Foto de Marte, tomada por la sonda Mars Express, de la Agencia Espacial Europea; fuente: Reuters)


La teoría Gaia, que concibe la Tierra como un organismo vivo y el medio ambiente como un cuerpo humano, es decir, como un ‘colega’ del hombre, ha influido resoluciones y recursos económicos de organismos internacionales como la ONU y la UNESCO. Algunos e importantes ejemplos: la Cumbre de Río (o cumbre de la Tierra, 1992), organizada por la ONU y de la que derivaron planes de actuación aún vigentes, como la Agenda 21, la Declaración de Principios Forestales, la Convención para un Marco de las Naciones Unidas en Cambio Climático, la Convención de las Naciones Unidas sobre la diversidad biológica y la Declaración de Río sobre Medioambiente y Desarrollo. El Protocolo de Kyoto es un producto de la Convención sobre el Cambio Climático. Las asociaciones Gaia de numerosos países disfrutan de becas y financiación de la UNESCO para sus proyectos.

Algunas perlas (conclusiones de la Cumbre de Río que siguen orientando los proyectos de medio ambiente y desarrollo sostenible, hasta el punto de ser requisitos para su selección por organismos oficiales y paganos):

- “La guerra es, por definición, enemiga del desarrollo sostenible” (que Marvin Harris y los antropólogos nos asistan)
- “Las mujeres, los jóvenes, las poblaciones indígenas y sus comunidades, así como otras comunidades locales desempeñan un papel fundamental en la ordenación del medio ambiente y en el desarrollo. Es, por tanto, imprescindible contar con su plena participación para lograr el desarrollo sostenible.” (los hombres blancos, no)

Estuve un tiempo trabajando en proyectos medioambientales contra Gaia, por su bobería angelical y su impronta totalitaria. En Argentina y Brasil alguno de sus voceros tenía un pasado reciente de fascista. En Valencia –y otros lugares- ha sido defendida por la asociación esotérico-nazi Nueva Acrópolis. La superstición, el pacifismo de sacristán y su ambición totalitaria y reductora de problemas complejos son algunos de los hilos que tejen esa sandez.

Las apelaciones bíblicas de Leonardo Boff –triste deriva para una labor encomiable, por otro lado, en la Amazonía brasileña- demuestran la insolvencia científica de este invento de catequistas. La concepción fisiológica del mundo que sostiene Gaia revela su estrechez de miras.

Guía visual de la circunstancia

(Andy Warhol)


Continúa la redacción esmerada y prolífica del nuevo paisaje, superando el manual de jurisprudencia como guía de interpretación de la ley, para enseñarnos los nuevos episodios ejemplares que construirán el futuro: "Ibarretxe pide a los jueces que se "adapten" a los 'nuevos tiempos'", a propósito de la condena a 15 meses de cárcel impuesta a Otegui, portavoz de Batasuna. “Todos los poderes tienen la obligación de estar a la altura de las circunstancias" Hace esa declaración "desde el respeto que merece la separación de poderes". La excusatio del respeto confirma cómo se diluye la vieja separación de poderes que forjó una cultura política en la que se ha criado el hablador, gracias a la cual entierra su esqueleto para poder hablar así. Dice también que la nueva etapa exige "que todos, políticos, jueces y medios, hiciéramos [hagamos] una reflexión y adaptáramos [adaptemos] nuestros planteamientos a los nuevos tiempos".

En realidad pide, en la senda del presidente, del Fiscal General del Estado, de otros tantos próceres políticos, que la ley se interprete a la luz de la esperanza, la cual se renueva cada día sustituyendo a aquélla, como un amanecer radiante hace olvidar la pesada losa de la noche. La ley es una resaca a purgar con el debate y la negociación. Es el tiempo de las propuestas iguales en valor y libres ya de derecho, proyectos abiertos que garantizan el trato igual y no discriminatorio entre situaciones heterogéneas y no equivalentes.

La ley sale del rígido mecanismo de la separación de poderes y se instala como un pregón en la plaza pública, abierta al chismorreo enriquecedor de los vecinos. En libre concurrencia de políticos, ciudadanos, jueces y magistrados, los primeros como sujetos, los segundos como objetos móviles en disolución y los últimos como técnicos de emergencia que asisten a los anteriores, a su dictado. Los medios también han de acudir presurosos, a ser posible anticiparse con bandos propios ‘a la altura de las circunstancias’ La circunstancia triunfadora que sustituye a la norma, a la sociedad por derecho, un situacionismo permanente y tranquilizador como el alto el fuego. Alto a lo conocido. Un continuo y exigente correr descontando el futuro que necesita prescindir de alforjas legales.

Pero el camino común que han de recorrer estos actores no carece de rumbo: “A su juicio [Ibarretxe], todos los poderes tienen la obligación de trabajar ‘en la misma dirección’ para poder superar los obstáculos [el lastre de la ley], que dio por hecho que irán surgiendo”. Añade, con intención exhaustiva: "Todos tenemos que tener en cuenta que vivimos en un tiempo nuevo [tanto a la hora de hacer política] como de impartir justicia, o desarrollar cualquier proyecto económico, cultural o social”.

Vocación totalitaria: Ningún ámbito sin su circunstancia; nadie queda huérfano, desprotegido.

El Ejército, bombero y ONG.

(Garry Sheed, Bare Queen, 1995)


Época de disfraces y transformismo: "
El ministro Alonso anuncia la creación de una unidad militar para actuar ante desastres naturales" Alonso ha declarado que ‘la creación de esta unidad es una idea del presidente’.

Aún se recuerda cuando en la dictadura el Ejército acudía a apagar incendios forestales y salvar vecinos y enseres en las inundaciones del momento. Por ejemplo, en la riada de Valencia, 1957. También entonces desarrollaba labores humanitarias, como enseñar a leer, escribir y conducir a miles de paisanos en la mili (y, en los 40 y 50, a comer) Y a viajar, permitiendo que muchos reclutas conocieran lo que había más allá de sus sierras. Era una misión barojiana que Felipe González reivindicó en su entrevista inversa del miércoles a El Loco. La penúltima esperanza de hacer nación del Estado en vez de naciones de la nación. Se curaba el carlismo y el nacionalismo con cierto éxito. El epílogo de esa pedagogía geográfica fueron los viajes del Inserso en los 80, que permitieron conocer el mar a muchos. Sin embargo, al final de la ‘bota malaya’ de Carlos Carnicero (poco planchado aparece, la verdad), mientras la vida del gran malayo languidecía sin haber sufrido mayor riesgo de oposición popular masiva, fue muy criticada por la muy minoritaria y aguerrida oposición política del momento –la que ahora coincide- esa deriva militar hacia funciones civiles. Y el Ejército dejo de hacer cortafuegos y salvar ahogados.

Ahora el Ejército recupera sus viejas funciones auxiliares, pero sólo por razones de excepción que son excusas de emergencia: los desastres naturales. Sigue sin admitirse la naturalidad, lo cotidiano, de un accidente –el ministro Alonso dice ‘eventuales accidentes’, como si pudiera haberlos seguros, ciertos-, un incendio o una explosión de gas. Y se quiere prohibir lo imprevisible de la naturaleza sometiéndola a agenda, política por supuesto.

28 de abril de 2006

El piropo: la seducción acosada.

(Xavier Miserachs, 'Piropo')


La condena social del piropo no mata al seductor pero lo congela y paraliza la seducción. Es un episodio más del otro ‘conflicto’, del real entre hombre y mujer que algunos quieren imponer en nombre de la primacía de su derecho al trabajo, a la promoción profesional y política, por encima del deseo, de la atracción por el otro sexo –por el mismo entra en el lote de los agraciados- y sus consecuencias: la pareja y la familia.

De joven, como todos, pronto me di cuenta que las mujeres no llovían al aprobar los exámenes parciales de álgebra. Había que salir a buscarlas, sin experiencia alguna, con la torpeza cosechando rechazos que, al cabo del tiempo, hacían un bagaje agridulce pero feliz de seducción involuntaria. Un modo natural, no aprendido ni por nadie enseñado, de acercarse a la mujer. Tanteando, más a uno mismo que a ella, con el miedo propio del novel por lo desconocido, el misterio de lo distinto, un ser humano como tú pero extraño, de sonrisa pícara, coletas móviles y falda plisada a cuadros. (Puedo asegurar que en el siglo pasado las adolescentes llevaban coletas; hay testigos vivos) Una combinación atractiva que te envolvía, con la excitación añadida del riesgo. El riesgo del mismo empeño, no de un resultado incierto, de la aceptación o el rechazo, porque no era una operación de cálculo, no era una inversión medida, sino los mismos entresijos de un mundo nuevo. En esa aventura estaba el premio. Luego venía (costaba, eh, costaba, hay que ver cómo eran) la añadidura, mucho más sabrosa, no hace falta calificarla, todos la conocemos.

La actual legislación, jurisprudencia y opinión dominante contra el piropo, contra la seducción como forma romántica –o sea, espontánea, incierta, gratuita- de acercamiento a la mujer nos reduce a un protocolo tasado y previsible de relación. Una liturgia de sacristía triste que consiste en rebajas permanentes del deseo, de la fantasía. Ahora no hay más riesgo que unas multas, algún mes de cárcel y el ostracismo social en tu entorno. Un horizonte administrativo de vecindad espesa.

Es muy significativa la regulación del acoso sexual como ‘una forma de discriminación que se prohibirá’ (art.1.2.3 de la Directiva 2002/73/CE) Y precisamente es eso, la primera acepción de discriminar, seleccionar excluyendo, la misma esencia de la libertad y de la condición humana: elegir persona y modo de conocerla y disfrutarse. En esa inútil prohibición, en ese ansia por modelar el paisaje humano de natural aleatorio, radica el espíritu mezquino del amargado con galones. Una interpretación maliciosa diría que todo esto no es más que un mecanismo egoísta de aquéllas que por su actitud -¡es la actitud con la que se liga!-o físico están en peores condiciones para disfrutar del emparejamiento, pero creo que no hay regulación social de conductas que pueda prosperar sin un beneficio mayor que el daño que causa. Me refiero a la renuncia de una comunidad a tener hijos, a creer en el futuro, en su capacidad para construirlo, al afán por explorarlo. Contra ese riesgo el leguleyo apocado nos quiere refugiar en el señuelo del trabajo, de la ambición profesional, del ocio creativo. Distracciones para monjas seglares.

(El piropo petrificado: Cristal de piropo)

Talleres de democracia

(David Plowden, Fergus County, Montana, 1971)


1) La proposición de ley propuesta por IU-ICV y aprobada por el Congreso que declara 2006 Año de la Memoria Histórica, reivindica este periodo como "el primer régimen realmente democrático" de España.
Otra inauguración del mundo por la izquierda, ésta con efectos retroactivos. O ellos o la dictadura. Dime de que presumes...

2) Manuela de Madre, en el Monasterio de Montserrat y sin espejo:
Sobre la opción del voto nulo preconizada por ERC para el referéndum del Estatuto, manifestó que esa posibilidad responde a lo que "han querido siempre las derechas antidemocráticas, que el voto de la ciudadanía no tenga ningún valor legal". Calificó de 'pornografía política' esa opción y dijo: "veo grave e incorrecto que desde la izquierda democrática se pida la anulación del voto de un ciudadano".

Se lo cree, no cabe duda. Su mundo fantástico y maniqueo de derechas antidemocráticas -redundancia, Manuela- e izquierdas democráticas –otra- pero equivocadas, con opción de hijo pródigo. Su espíritu de delineante como bisagra que otorga licencias sin competencia. Pero hay que entenderla: tener que salir a escape de Huelva, perseguida por Franco hasta ser acogida en la -por entonces- extradictatorial Cataluña, tierra de promisión, sin poder confesar a nadie, aún menos a sí misma, el motivo de la huida: la necesidad. Vender su alma por fabricarse un pasado de lustre que incluya a sus padres, a la familia, a su origen entero. Lavar la pobreza en una ideología de ocasión, la de su partido. Debe ser un drama tener que matar al padre en cada declaración pública. ¿Qué hay de malo en nacer pobre, Manuela? De incómodo, escaso, injusto, limitado, sí, pero ¿malo? Muchos superan ese límite de partida, sin necesidad de afiliarse al engaño. ¿Cómo se inventa el olvido cada día, Manuela? No hay Estatuto que pueda forjarlo.

27 de abril de 2006

Tutela sexual

(John Baldessari, HAND AND CHIN (WITH ENTWINED HANDS), 1991)


El estudio encargado por el Instituto de la Mujer distingue entre acoso sexual declarado y técnico, que sería equivalente a expreso y tácito en términos jurídicos. A su vez define el acoso sexual técnico como el sufrido por la mujer sin percibirlo como tal; es decir, el percibido por los otros, por sus representantes, por los rentistas del mal ajeno, desde organismos oficiales protectores hasta jueces, asociaciones feministas del ramo y creadores de opinión pública.

En ese concepto de acoso sexual técnico -mal nombrado, por otra parte- radica la naturaleza de la actual protección legal de la mujer, al exceder su capacidad de percibir el acoso, de sentirse dañada. En ese momento deja de ser sujeto de derecho –ahora, al igual que los hombres- y se convierte en objeto de protección, en especie ‘especialmente’ protegida, por encima de ella, con o sin su voluntad. Con esta tipificación se mantiene su condición histórica de menor al impartirse conductas sociales en su nombre.

Y otra evidencia no menos importante, por seguir en la línea de una crítica clásica al modelo patriarcal: el acoso sexual no sentido por ella pero percibido, administrado y racionado por terceros es la vieja tutela sexual del hombre –ahora del Estado- sobre la mujer, a través de la regulación del piropo como medio de seducción y, por tanto, emparejamiento. Tutela que es, a su vez, una muestra de control indirecto de la natalidad como objetivo tácito de una sociedad –la occidental- decadente como civilización.

El complejo de huérfano ideológico que invade con vértigo a organismo públicos y consultoras delegadas a la hora de abordar terrenos imprecisos les hace recurrir a textos sagrados que les eviten el rigor en su trabajo y los exculpen de posibles críticas. Y aquí aparece Europa, radiante con sus Directivas. Primera evidencia del disparate: Directivas y no Reglamentos orientan, que no regulan, el imposible acoso sexual técnico (‘arbitrario’ hubiera sido más adecuado definirlo)

La vigencia de varias Directivas comunitarias reguladoras -directas e indirectas- de esta materia, no proporciona –en contra de lo que a veces se aduce- base jurídica suficiente para tal tipificación, pero sí –y es lo que cuenta- base ideológica, es decir, fuente de exculpación. Y no son base jurídica porque la naturaleza de las Directivas UE impide su aplicación directa en los Estados miembros, luego sólo son fuente legal al trasponerse al derecho nacional mediante leyes específicas. Que, como era previsible en el caso de países latinos y en materia social y de ‘derechos humanos’, van más allá de los objetivos enunciados por las normas europeas. Así, la
Directiva 2002/73/CE, relativa a la aplicación del principio de igualdad de trato entre hombres y mujeres en lo que se refiere al acceso al empleo, a la formación y a la promoción profesionales, y a las condiciones de trabajo, declara como objetivo principal: “incluir definiciones en línea con dichas Directivas [Directiva 76/207/CEE y Directiva 2000/78/CE] por lo que al sexo se refiere”.

Y define, en su art.1.2.2, el acoso sexual como una forma de discriminación que “se prohibirá” (art.1.2.3): “la situación en que se produce cualquier comportamiento verbal, no verbal o físico no deseado de índole sexual con el propósito o el efecto de atentar contra la dignidad de una persona, en particular cuando se crea un entorno intimidatorio, hostil, degradante, humillante u ofensivo”. También define el acoso a secas, de un modo redundante, quizá llevada por la obsesión del represor: “la situación en que se produce un comportamiento no deseado relacionado con el sexo de una persona con el propósito o el efecto de atentar contra la dignidad de la persona y de crear un entorno intimidatorio, hostil, degradante, humillante u ofensivo”. Y en
uno de los motivos del nacimiento de esta Directiva, la definición de la discriminación indirecta, hasta entonces en el limbo, aparece una vía para la arbitrariedad jurídica: “la situación en que una disposición, criterio o práctica aparentemente neutros sitúan a personas de un sexo determinado en desventaja particular con respecto a personas del otro sexo, salvo que dicha disposición, criterio o práctica pueda justificarse objetivamente con una finalidad legítima y que los medios para alcanzar dicha finalidad sean adecuados y necesarios”.

El objetivo de la prohibición y la encomienda a los países de su regulación de oficio es misión imposible que denota el desvarío propio del exceso cometido con inseguridad: se prohibe el comportamiento, no se limita a sancionar y perseguir el delito. No consta norma alguna, fuera de los Mandamientos, que prohiba actos humanos como el asesinato o el robo o instintos como la lujuria. Pero ahora sí se quiere suprimir alguna forma de seducción como el piropo, lo que demuestra de paso la necesidad de sagrado que tiene toda sociedad laica.

(Gunter Brus, 'Diamond Cuter', 1982)

25 de abril de 2006

Proyecto Gran Símil

El simio es el nuevo límite inferior del proyecto Gran Símil, de la igualdad como medio para conseguir la igualación de individuos, es decir, ignorar las diferencias entre ellos para suprimir su autonomía, su facultad de obrar, su misma capacidad de decisión. Una vez decretado el todos iguales, la integración es automática y la cohesión social el final del proceso nutrido por los valores igualitarios. Por más evidente que sea el objetivo de mayor control del ciudadano por parte del poder con este tipo de mecanismos, no menos necesario es su denuncia.

Con la extensión de derechos humanos a los grandes simios antropoides sin su corolario de deberes (la obligación ante el mono es nuestra), se extiende también su falta de responsabilidad al humano, siguiendo con el habitual proceso de otorgamiento estatal de derechos sin obligación correspondiente del supuesto beneficiario, con lo que la concesión, gestión y supresión del derecho queda en manos exclusivas del poder supremo, a expensas de su gracia y a riesgo de nuestra desgracia. Cuando es precisamente en el ejercicio del deber y en su consiguiente derecho a exigir donde está la autonomía del individuo y su capacidad de interlocución con el poder y, por tanto, de rebelión posible.

La afirmación de los responsables del proyecto “Hoy sólo se considera miembros de la comunidad de los iguales a los de la especie homo sapiens”, confirma el objetivo. La ambición del invento y su condición fatal –‘iguales’- se proclama al decir: “La idea es radical pero sencilla: incluir a los antropoides no humanos en una comunidad de iguales, al otorgarles la protección moral y legal de la que, actualmente sólo gozan los seres humanos”. Esa protección moral y legal decreta la única jerarquía social que se permite, la del poder sobre el individuo, suprimida ésta entre nosotros. Así, cualquier intento del humano por distinguirse de su vecino a través del mérito de sus acciones es inútil por antisocial, por insolidario y contrario al principio de la igualdad. Y, suprimida la utilidad del mérito, se niega la distinta capacidad de cada uno, es decir, su aptitud, imponiéndose una común actitud a todos.

Si somos iguales por naturaleza, ¿para qué esforzarse? Todo afán de distinción queda como una reacción al avance igualitario, un gesto mal visto por la comunidad que obliga al individuo a esconder sus pretensiones en el anonimato. La vieja alma igualitaria de la izquierda patrocina el Proyecto Gran Simio con el aval a su presentación en el Congreso de los Diputados y la Proposición No de Ley que insta al Gobierno a declarar su adhesión al Proyecto Gran Simio. El histórico afán totalitario de los huérfanos del Muro se amplia con la inclusión del simio en la comunidad de clones.

En tiempos de supresión de barreras arquitectónicas, académicas, psicológicas, los promotores titulan militarmente el proyecto, ‘derribando la barrera de la especie’, un gerundio que demuestra el proceso. Con la igualación entre especies se neutraliza el efímero éxito de los ensayos de darwinismo económico que comenzaron en los 80 y vuelve el creacionismo como doctrina de ordenación social. No importa la evolución ni la genética –esa calderilla de tan sólo el 1,6% de diferencia genética con el chimpancé-, sino la integración de distintos para su disolución en iguales. Aún menos importa la ignorancia que exhibe la reducción de la genética a la aritmética.

Dicen que el modelo del proyecto es la ‘sociedad anti-esclavista’; otra vez la negación de la jerarquía que conduce en el límite a la condición de máximos esclavos, reducidos a todos iguales, dispersos, disueltos y concentrados en la mendicidad del poder y en la esperanza de su concesión de derechos.

Las mónadas de Leibniz obligadas a hacer monadas.

11 de abril de 2006

Formación de la Ciudadanía.

(Andy Warhol, 'Green Coca-Cola Bottles')


Jonathan, hijo:

Sabrás que se ha aprobado la nueva ley de educación y, con ella, la asignatura de Educación para la Ciudadanía, que pronto te tocará disfrutar. El Consejo (así nombraban antes al gobierno, residuos de la etapa tribal, que ahora vuelve) barajó varios nombres, entre ellos el más descriptivo de ‘Cómo ir de rebajas sin mala conciencia’, pero al onanista le pareció demasiado evidente. Un detalle por su parte. Con tu perspicacia de adolescente te habrás dado cuenta del dirigismo que indica la denominación de Educación para la Ciudadanía, tú como objeto a modelar, a diferencia de sus antecesoras, Religión y Ética, que con la modestia de su nombre ya demostraban ser externas en la formación de tu conciencia. ‘Marías’ se llamaban, que es el galardón de máximo respeto hacia el alumno a que puede aspirar una disciplina. En mi infancia tuvimos algo equivalente a lo que ahora se te viene encima, Formación del Espíritu Nacional (FEN) se titulaba, que los internos del colegio desvelaron con su sabiduría agraria como FEM (estiércol, basura) Destina el nuevo invento al fem, ése será tu mayor acto de ciudadanía; aprovéchate del doble derecho de huelga y holganza que la ley te arroga para no ir a una clase que te clasificará.

Nos has reprochado durante mucho tiempo que tuviéramos que abandonar tu educación a muy temprana edad para llevarte a la escuela, como dices que decía el Rasel ése, pero ahora comprobarás cómo la vaselina de tu integración social se organiza en talleres divertidos. Un confidente me adelanta los trabajos de campo del diseño curricular:

1. Salvar una playa y pasar de largo ante un accidente en el camino; material didáctico que permite la conciliación de conciencias: el seguro del muerto.
2. El movimiento okupa, denuncia de la especulación inmobiliaria: taller conjunto con ese colectivo y presentación de libro en casa okupada (propiedad de los otros, de los rivales).
3. Cómo ser un no bebedor, un no fumador y un no drogadicto en la carpa del botellón.
4. Concilia tus pequeñas drogas con la ley: info para evitar que te pillen. Material didáctico: kit de consumo personal; orientación: consumo responsable.
5. Tu salud nos importa, es pública. Fichas con terapias alternativas y taller de homeopatía (duración indefinida)
6. Solidaridad con los animales; defiende sus derechos; actividad: manifestación ante la plaza de toros.
7. Paz para la resolución de conflictos; operación didáctica de mantenimiento de la paz: diálogo con compañeros equivocados (los que te robaron la moto) Objetivo ciudadano: reinserción social sin represión.
8. Tu derecho a decidir de hoy, la nación del mañana; ficha didáctica: educación colectiva en el divorcio sin crispación.
9. El espacio público como debate y negociación de propuestas: redacta tu propuesta en equipo teniendo en cuenta que todas valen igual y serán debatidas en asamblea. Guía visual: las ‘plazas duras’ como propuestas arquitectónicas (a ver quién las desmonta)

Verás que la asignatura no es dura, su evaluación tiene una sola nota: NH (nihil obstat, Jonathan, no es un hotel, contigo siempre igual) e incluye excursiones y actividades excitantes que serán el bromuro social de tu difícil adolescencia. Te irán dibujando una guía de buenos y malos con la etiqueta de integrados y apocalípticos y te otorgarán derechos sin deberes manifiestos. Desconfía de ellos, de esos derechos y de los mercaderes ambulantes que te los venden disfrazados de colegas, porque no tendrás más derecho que el que te dejen los demás después de impuestos, trabajo, modales y semáforos. Ésas son tus responsabilidades y cumplidas empieza tu libertad, nunca en los derechos que te obligan a una conducta social y a un modo de pensar que te reducen como individuo y anulan como ciudadano.

Dirás que no entiendes algunas de estas cosas; yo tampoco y no me quejo. Pero hazme caso, para ahorrarte años de ilusiones que te ocultarán el disfrute real de la vida. Me lo ha dicho el propio centinela de la alegría del pueblo, en uno de sus raros momentos de duda. Y el centinela está en el Consejo, Jonathan, sabrá lo que se dice.

(Andy Warhol, 'Sucess is a job in New York')

10 de abril de 2006

Futuro perfecto (la narración periodística)

(Robert Delaunay, 'The Red Tower')


La narración periodística en una fachada que adelanta el futuro feliz, nuevo tiempo verbal de la política de limpieza (por orden de aparición e importancia en la portada de El País):

1º) El mediador: “Zapatero dialogará con Rajoy para evitar roces entre el PP y Rubalcaba”.
2º) El asesor: “El futuro de Euskadi: ‘Fue un error no vincular la salida de los presos del IRA a la destrucción de las armas’" (entrevista a David Trimble)
3º) El hijo pródigo: Bono, "No cuenten conmigo de candidato en mayo de 2007", ... aunque participará en la campaña "como militante del PSOE".
4º) El hermano descarriado y pícaro: “El PP celebra su primera boda homosexual”.
5º) Con la confirmación, tras Marbella, de que los corruptos son los otros: “La mujer de Jesulín fue arrestada junto a otras 9 personas por fraude a la Seguridad Social”
6º) ...o son extranjeros: “Educar con jaulas y además con subvención: Las autoridades suizas pagan a Time Out por 'reformar' a menores en granjas como la de Girona”.
7º) Y un horizonte: “La España de hoy mira a la Segunda República con reconocimiento y satisfacción, dijo Zapatero en su respuesta a una pregunta parlamentaria (...) No es ningún sinsentido reivindicar los valores de la República desde la España actual”. (Editorial ‘Sobre la República')

Procesión internacional de la paz

Abres El País y se te caen las letras encima, ensuciando como goterones negros de renuncia:

Titular: “Annan pide a Zapatero que ‘aproveche’ el alto el fuego de ETA para lograr ‘la paz permanente’ “
Subtítulo con respuesta de estadista: “Zapatero reclama ‘cautela y prudencia’ y descarta por el momento una mediación de la ONU en el proceso de paz” [Para, Kofi, el ritmo, es el ritmo]
¿Qué paz si no ha habido guerra?

Mediación de la ONU: ya anunciaba el comunicado de ETA, al referirse a Francia, su deseo de implicar al extranjero en el ‘proceso de paz’. El consejero vasco de Interior, al hablar de su país emparedado entre dos Estados, coincide con esa visión globalizada, irreversiblemente moderna. El presidente del gobierno español remata el propósito fijando los plazos. No es el ‘momento de que intervenga la ONU’, pero puede ser necesario el recurso si la conclusión del proceso le tocará a un gobierno del partido rival.

Resurge la descolonización, la vieja querida de la izquierda, lucha de mitos guerrilleros contra salacofs opresores, con ruido de manifestaciones europeas en el telediario y resoluciones radiadas de organismos internacionales. El onanista agarrado a su muñeco, con el libro de Lorca en la mesilla, no quiere que le desvele el sueño este develador de visita.

Urbanismo de socorrista.

(Le Corbusier, 'Palace of Soviets')


Empieza la sucesión de golpes de pecho por lo que los palmeros de ayer empiezan a llamar hoy ‘deriva confederal’. Al ‘no es esto, no es esto...lo que creí votar’ de Guerra se adelantó Enrique Gil Calvo, quien afirma en su pedernal de ‘El País’ (3 abril): “Hay que detener la actual deriva del modelo autonómico, que se precipita hacia el confederalismo por el goteo de concesiones bilaterales a la voracidad periférica. Y sobre todo necesitamos pactar la reforma del artículo 148/1/3ª de la Constitución para que el Estado central recupere las competencias de ordenación territorial y urbanística, como única forma de evitar que el cáncer de Marbella extienda su incontrolada metástasis por todos los municipios destruyendo el suelo español.”

Ha hecho falta Marbella, de un partido rival aunque con capacidad de abducción a algún propio, para que se asuste la conciencia antaño jacobina de los 80 y mudable por décadas. Para darle cuerpo al reclamo, se apuntan otros escándalos urbanísticos que justificarían el trabajo de orfebrería de engarzar las joyas que se van cayendo del neceser de lo plural. Aparecen en fila india Murcia, Valencia, pueblos canarios y pirenaicos de gobierno del rival, donde el urbanismo descentralizado hace estragos en la ordenación del territorio.

El enemigo se convierte en fuente inagotable de legitimación de la dispersión, por su contumacia centralista, y de la subsiguiente concentración, por su vocación depredadora. Depredator en la jaula de los jabalíes con el fotógrafo de la peluca filmando su propia mudanza como socorrista de ocasión.

¿Debe el gobierno dialogar con las mafias urbanísticas?

Entre las encuestas digitales (dirigidas) aún activas de El País, las dos más populares son:
Terrorismo, ¿Debe el Gobierno dialogar con ETA? 7.432 respuestas: 60% sí; 38%, no.
Fin de ETA, ¿Puede pagarse algún precio por el fin del terrorismo de ETA? 5.897 respuestas: 46% sí; 50%, no.

Las fases son diálogo, es decir, negociación, y pacto, es decir, cesión. El objetivo, la paz, o sea, la garantía de seguridad para el gobernado. El criterio que rige esas iniciativas políticas es la utilidad, no ningún principio ético –con su traducción jurídica- ni democrático, es decir, informador y organizador del Estado de derecho. Utilidad para conseguir la seguridad que, junto al bienestar económico, son los objetivos del ciudadano y sus guías de sumisión.

Aplicando el mismo criterio, objetivos y procedimiento para conseguirlos, manteniendo constante el supuesto externo (por comprobado) de los anhelos del ciudadano, ¿se puede objetar la primera pregunta?

El bienestar económico que produce el desarrollo urbanístico dirigido por esas redes de constructores, más la seguridad jurídica e inversora que daría la legalización de esas mafias, son logros que hacen necesario plantearse la conveniencia de dialogar con ellas. El sentido de la oportunidad y de la utilidad gobierna por encima de la política democrática hasta suplirla por una instrumental.

A esto se une la proliferación de organismos públicos que intervienen en el urbanismo, derivada de la transferencia de competencias a lo regional y municipal, lo que deja al gobierno central la competencia residual pero exclusiva de hablar, escuchar y negociar todas las propuestas, vengan de donde vengan si vienen en son de paz.Por lo tanto, más directamente: ¿Debe el gobierno negociar con las mafias urbanísticas?

8 de abril de 2006

Nostalgia del futuro.

(Republican Automatons, 1920; George Grosz, 1883-1959 )


La reserva espiritual jacobina pasa a situación de retiro con la dimisión de Bono. Borell, Paco Vázquez, Guerra con su ‘Un país en la mochila del voto’, ahora Bono. El alma unitaria del PSOE, como la nuestra, se va diluyendo en dignidades, suspiros, quejas, octavillas y exilios interiores. Un amigo –aún socialista- nos preguntaba a Procopio y a mí, en esa ceremonia de ilusiones del 4 de marzo, qué quedaría de patria en el PSOE tras la jubilación forzosa de los jacobinos. Era como preguntar qué quedaría de proyecto común en el partido de centralismo más acreditado y veterano de la historia reciente de España. No sé qué decirte, Antonio, porque se van cayendo las letras y me quedo sin abecedario, siquiera para pensar. Queda un tirón fuerte de flecos mal cosidos pero cómodos de llevar, un gobernar despeinado, sin miedo al vacío por estar ya vacío de lo que conocemos.

Es también el retiro nocturno de una generación a cocheras, del eslabón con los afectos, valores, esas zarandajas de nuestros padres, con la educación sentimental que recibimos, con el sabor ferroviario de los viajes de juventud por España, con ese armazón bancario de tufo administrativo, con la cultura modesta, honesta, de los museos provinciales, con la región como patria de la infancia, no la lengua, era la región, una que sucedía a otra y no las distinguías demasiado bien desde la ventanilla del tren.

Todo esto, Antonio, ha caducado, ya no se distingue entre patria y nación, ni ganas, y quien habla de una, de lo uno, de lo común, es un quejica anticuado. Habrá que creerles, tú también aunque tengas treinta y pocos –la generación es un modo de vivir, no una edad-, estética mod, optimismo a prueba de bombas de bajo riesgo. Habrá que adaptarse.

Te diré, para tu consolación y mi reposo, que sigo tu consejo y me estoy adaptando. Mientras te escribo fumo con guantes, de ésos de sanitario, por la vida higiénica que se nos impone. Es por no ser un no fumador, como dice nuestro maestro Agustín, ya sabes. No funciona pero lo puedes probar para tu deshoje de la margarita de si te quedas o no en el partido; no es esa la alternativa, ya lo has visto en los compañeros, se pusieron guantes para votar y nadie los echará de menos.

Estoy descubriendo que adaptarse es rebelarse invirtiendo su discurso, esa secuencia de hechos irreversibles del que manda, organizada burdamente en ecuación de primer grado; es elevar el grado y despejar la incógnita. No es proclamar los grandes valores ni vestir con ironía y displicencia el pasado. Es reclamarse nostálgico del futuro. Su ecuación es instrumental, vendida con el argumento metálico e inapelable de la utilidad y a ella hay que remitirse; hay que decir que la vivienda, la educación, las pensiones, el urbanismo, salvar una playa, son cosas más eficaces si se hacen todas a una y por uno competente. Es el bienestar y la seguridad lo que dijiste que quiere la gente y bien lo sabes tú como concejal. No sé lo que es, pero me suena al consumo de cosas públicas pagadas por los demás.

Te dejo, que llegan los fastos del 14 de abril, a ver si me hacen memoria, que falta me hace y ahora te hacen memoria como mechas en la peluquería, para que te pillen bien guapo preparando la III República.
Salud, Antonio, el viejo saludo.

4 de abril de 2006

Entrevista en la ciaboga.

(Gunter Brus, GROSSE ERDANGST II, 1982)


Una etapa avanzada en el proceso alegre de la paz será el reproche de rencor a las víctimas que no quieran aceptar con discreta ilusión el proyecto de convivencia que ahora se fragua. Ese reproche que los integrados harán a los apocalípticos incluirá a los políticos remisos, a los que se tachará de reaccionarios, a los ciudadanos críticos, a los que se afeará su vieja incapacidad de comprensión (‘las cuestiones complejas del proceso’, en entrevista que sigue), y a los intelectuales disidentes, a quienes se condenará a regentar la notaría del pasado.

La secuencia para la integración de las víctimas en el ‘proceso democrático’, paz - convivencia - reconciliación - ilusión - autodeterminación, necesita de un traslado deslizante de la culpa por toda la ecuación hasta llegar al reparto equitativo de responsabilidades, obsesión de todos los procesos políticos en curso y condición necesaria para la legitimación de éste. Impedir esa mudanza clandestina es una de las tareas a las que hay que aplicarse.

El proyecto de convivencia en marcha se nutre de reconciliación y, como todo gesto de petición de la otra mejilla de la víctima, se ha confiado a la iglesia vasca su pastoreo. Lo adelanta Joseba Sergura, cura de esa curia ‘encargado de las relaciones con los partidos’ y profesor de Moral Social en la Universidad de Deusto (El País, 2 abril 2006, enlace al final):

“P. Una mayoría de la opinión es reacia a las medidas de gracia para los presos de ETA. ¿Cómo afrontar esta cuestión?
R. No ha llegado el momento de intentar modificar esa sensibilidad. Hay que respetar los ritmos. La prioridad ahora es confirmar la solidez del alto el fuego y dejar que la opinión pública asimile la importancia de lo sucedido. (…).
P. ¿Será posible la reconciliación de la sociedad?
R. Creo que sí. Tampoco aquí caben las prisas ni obligar a nadie a entrar de manera forzada en un proceso que debe respetar las decisiones personales. Pero es esperanzador observar que la mayoría de la sociedad vasca, y lo que es más importante, un número significativo de víctimas y familiares, comparten un deseo muy vivo de refundar la convivencia, no sobre el olvido, sino sobre la posibilidad de aprender de lo vivido y basar una nueva convivencia sobre el respeto al pluralismo. Los rencores que generó la Guerra Civil y las vendettas posteriores cerraron en falso en el País Vasco. Casi siete décadas después tenemos otra oportunidad que vamos a aprovechar. Las heridas necesitan tiempo, pero esta vez las cicatrices quedarán limpias.”

(John Baldessari, PERSON WITH CONSCIENCE (GREEN) / ANIMALS QUIESCENT (YELLOW), 1991)

‘Aprender de lo vivido’: el asesinato pedagógico que refunda la convivencia con los supervivientes. La distinción jerárquica entre rencores legítimos y, por tanto, insolubles –los de la ‘Guerra Civil y vendettas posteriores’- y rencores actuales e insolventes de la banda de las víctimas que dificultarían la reconciliación, es causa de la diferencia entre la imperdonable represión que produjo los primeros y la asimilable ‘violencia’ que ha llevado a los segundos.

Los díscolos en proceso de exclusión son apuntados por el entrevistador y disparados con silenciador por el cura Joseba:

“P. ¿Podrá armonizar la Iglesia vasca su posición con la negativa reacción del portavoz de la Conferencia Episcopal?
R. No considero que esa primera reacción, casi inmediata, refleje bien la posición de la Conferencia. Pienso que la gran mayoría de los obispos se ven mejor representados en el presidente, monseñor Blázquez, que se ha manifestado cautamente esperanzado de que el alto el fuego permanente, se confirme con el tiempo como el fin definitivo de las armas.
P. ¿Cree que la Iglesia puede contribuir a que en el PP predominen las posiciones más favorables al proceso?
R. No creo que la decantación de la estrategia del PP en este tema dependa de tomas de postura episcopal. (…)” [Nada que hacer]

La fonética del proceso va a llenarse de prefijos re- y ex-, como imagen sonora del pasado inmediato a amortizar o al que girar billete al rezagado: resentimiento, reacción, reconciliación, examen, exclusión. La ciaboga que certifica el cura va a ser remolino que se trague al irreconciliable con el engaño:

“P. ¿Cree que la izquierda abertzale esta preparada para que el proceso llegue a buen puerto?
R. Vienen preparándose desde hace casi una década en una lenta ciaboga.”

Hay algo orgánico, indigesto, en la secuencia del proceso y en esa convocatoria de convivencia para la reconciliación que no admite más que otro re: rechazo. Rechazo del bando de las víctimas (nosotros).

3 de abril de 2006

Presos políticos con absolución

(John Baldessari, 'Fallen Easel', 1987)


Son comunes, no políticos, aunque el tipo de medidas de gracia que se les concederá es político, no común. Los presos son comunes por la naturaleza de sus delitos, el estado de derecho y el tiempo democrático en el que los cometieron. Las medidas serán políticas porque formarán parte de un proceso de resolución de conflictos públicos –conflicto inaugurado por la tregua de ETA- que es tarea principal de una política democrática.

El decreto de convocatoria de ETA al proceso de paz y su aceptación como punto de partida por parte del gobierno y partidos políticos aliados para la ocasión, persigue el reconocimiento de los presos de la banda como políticos.

Incluso en un impecable artículo de Antonio Elorza (El País, ayer) hay un traspiés al colarse la igualdad entre bandos (hay una sola banda): “(...) Por eso resulta doblemente siniestro hablar de ‘ni vencedores ni vencidos’, expresión al tiempo errónea y afrenta para las víctimas. Lo que en Euskadi puede y debe haber es una normalización de la vida democrática al desaparecer el terror. Hay una sola victoria, de todos y por el bien de todos, parafraseando a José Martí.” Dejando aparte la nota colonial y anacrónica de Martí, hay una sola victoria, pero no es de todos –porque igualaría la condición política y moral del bandido con la del agredido, el ciudadano- sino para todos, lo que implica la derrota del terrorista en sus objetivos políticos.

El camino hacia esa victoria es la gestión que la política –entendida como políticos y ciudadanos, no es asunto sólo de expertos- debe hacer ahora del conflicto que surge con la declaración de la tregua, no del conflicto civil que invoca ETA porque éste nunca ha existido (no hubo dos contendientes). La gestión de los conflictos que implica toda convivencia organizada y la solución de los problemas que los componen es función de la política, con una conclusión exigible en un proceso que se pretende permanente: garantizar que el terrorismo no se repita quitándole la esperanza. Es decir, no sólo negarle réditos políticos, sino erradicar cualquier popularidad suficiente con la actuación política necesaria para su desmantelamiento y amortización.

Cualquier medida de gracia –o reinserción acelerada- a unos terroristas que condicionan inaugurando un proceso político paralelo al democrático y legítimo, es una medida política que convalida a los presos como políticos. Si se toma, debe asumirse las consecuencias, políticas también. Sólo una concepción de la política como aceptación, debate y negociación de ‘todas’ las propuestas –en régimen de igualdad- más allá de la ley, puede excarcelar presos antes de tiempo. Precisamente por basarse en tal régimen de igualdad, por esa falta de jerarquía moral de orden público, tal política es incierta, cuando no nula.

Simultáneamente a su salida a la calle, se prepara ya la absolución moral de los presos tácitamente políticos con un proyecto de convivencia social incluido, según adelanta un cura conocedor de la negociación que ha llevado a la tregua, Joseba Segura, segundo del arzobispo Blázquez e introductor de otro cura, Alec Reid, como negociador directo. Dice Joseba el ‘absolutor’, a propósito de la distinción entre temas políticos y no políticos -¿humanos entonces?- en el proceso de paz (El País, hoy):

“Pregunta: ¿Qué le parece separar la negociación del Gobierno con ETA sobre los presos de los temas políticos para los partidos?
Respuesta de Joseba: El alto el fuego permanente ha sido posible sólo porque ETA ha aceptado la separación entre ambos temas. Finalmente, ha resultado ser una clave esencial para la normalización del País Vasco, pero para demostrar su eficacia ha sido necesario que ETA acepte esa distinción”.
(John Baldessari, «Hanging Man with Sunglasses», 1984)

Que ETA acepte esa distinción: el dictador excluye sus privilegios de la política para que le salgan gratis al conseguidor y así poder obtenerlos. Sólo tal separación permitiría vender políticamente la reinserción anticipada de los presos como una medida humana, humanitaria incluso –con su dosis de moral irrenunciable-. Pero no es separable, sobre todo si se es coherente con la pretensión histórica de ETA y sus cómplices –incluyendo la pasividad y comprensión de un sector de la izquierda, hoy gobernante- de que los presos eran políticos.

En ese territorio gelatinoso de confusión interesada radica el peligro de no saber o no querer reclamar para la política lo que es suyo y para el mercader del terrorismo sus pretendidas canonjías.

2 de abril de 2006

El gobernante colega, jurisconsulto de ocasión.

(Richard Hamilton, ilustración para 'Ulysses', de Joyce)


”Un folleto editado por la Generalitat [de Cataluña] explica cómo consumir drogas y eludir la ley”. La noticia, publicada en El Mundo en su edición de ayer, descarta el sensacionalismo cuando se acude al prospecto de marras para confirmar el hecho: “¿Por comprar, tomar o llevar droga para uno mismo[,] no pasa nada? Bien, si no te ven, no [responde el juez y parte]. Sé discreto, no des la nota.” Se anticipa la solución: “Lleva cantidades pequeñas, cuánta más droga lleves encima más difícil te será demostrar que es para tu propio consumo” [aunque que sea con ésta nuestra ayuda].

Ofrece al joven lector del folleto, antes colega, ahora gobernado, las alternativas para eludir la sanción: “pagar la multa” [no te apures nano, viene enseguida la real alternativa], que oscila entre 300 y 30.000 euros, “entrar en un centro de tratamiento de drogodependencias [por drogadicto, que al fin y al cabo eres de los nuestros, no por delincuente, que serías del rival reducido], declararte insolvente [¡rebélate contra el poder, al menos contra el de la consejería de Hacienda hermana], o emitir un recurso ante el Gobierno Civil [otro rival, éste inabordable].”

Hay también un apartado agrícola, de agrimensor kafkiano, que prolonga la invasión de competencias de consejerías amigas y se expone contundente como un mandamiento: ”No cultivar más de lo que tú mismo consumirás” Atento a la propiedad, precisa si en terreno del prójimo o propio: “...es bastante más arriesgado cultivar droga en un lugar público (cultivo en exteriores [lo clasifica, en plan decorador]), que en uno privado (por ejemplo, una casa)” [sea la tuya u okupada]

En su afán de exhaustividad el jurisconsulto de ocasión ofrece un peritaje rápido de los extras del consumidor y da cuenta de las pruebas judiciales que se pueden practicar para enchironar al joven votante: cantidades llevadas, escondites e instrumentos de medida del costo, a fin de evitar costes y costas al patrocinado y no se sabe si, a estas alturas, pasmado joven. El folleto termina regulando el futuro en forma de presente continuo: “Las disposiciones legales sufren cambios y actualizaciones. Esta ‘info’ no es inamovible, ¡estate al tanto!” [¡pásalo!]

La ya permanente equidistancia entre el delito y su contrario convierte al nuevo gobernante en un acaparador del poder de ambos territorios. Se erige en árbitro ofreciendo complicidad de colega a su equivalente, al que considera su votante natural, intentando de paso ocultar su recien adquirida e inevitable condición represora como guardia de la salud y del orden público. Hay un síndrome de abstinencia de la discoteca en el nuevo jurisperito que no quiere enajenarse a sus antiguos colegas, sin empujarles tampoco al delito, que ahora tiene una responsabilidad institucional no que rendir, sino que vencer. Es la preferencia no por la antigua vida paralela, pobretona y anónima, sino por la nueva doble vida que le permite arrasar hasta la disminuida capacidad de rebelión del joven votante.

Tiempo santo (madeinusa)

('Madeinusa', Claudia Llosa)


Una comunidad campesina que vive aislada en la cordillera andina del Perú, en una aldea sin más comunicación con el exterior que el camión ocasional de ‘El Mudo’, personaje dicharachero que cuenta siempre la misma historia, certificando con esa repetición el mundo estancado al que se acerca el espectador. Un joven fotógrafo limeño de viaje sin rumbo que termina allí por azar, coincidiendo con vísperas de ‘tiempo santo’, el periodo que media entre la muerte de Jesús y el domingo de Resurrección. En esos días, todas las transgresiones de costumbres y tabúes estarán permitidas, desde el incesto hasta el intercambio sexual de prójimos, porque Dios está muerto y no los ve; ya no es pecado. Un viaje desde la religión a la magia primitiva, dos formas de represión que se reúnen en una fiesta sincrética, una bacanal colectiva que sirve para bendecir y permitir las fantasías de los humanos.

Y un personaje que es metáfora y síntesis real de la vida de esa comunidad quechua, el tiempo detenido en que transcurre su existencia, ‘el relojero’, un viejo chamarilero y estoico que llega puntual todos los años en la misma fecha a la plaza del pueblo y despliega su artilugio cuadrado y móvil. Éste contiene una hilera de números con las horas y minutos pintados en cartones y ensartados en un alambre, que va cambiando a medida que mira al sol, minuto a minuto durante tres días, con el acierto implacable que da la vejez y la autarquía. Él decreta el principio y el fin del tiempo santo, la licencia del deseo libre y la veda del pecado.

Es la historia de una tradición que muestra un atavismo común a todas las culturas del mundo: la subordinación del deseo ante el deber, de la pulsión personal ante las necesidades de sobrevivir y organizar la comunidad. Una sumisión que se mantiene vigente en nuestra cultura, a pesar de que la presión reproductora ya no es un límite a la supervivencia, por haber aprendido a superar con la tecnología la frontera de los recursos limitados.

La película ‘Madeinusa’, de la peruana Claudia Llosa, utiliza la ficción -que no tradición- del ‘tiempo santo’ como argumento principal de la historia, como licencia narrativa para mostrar el poder del sexo liberado de plazos y raciones, la belleza, la crueldad, el amor adolescente, la furia, la solidaridad, la resignación en la vejez, el miedo, el anhelo de libertad y todas las pasiones, pulsiones y prisiones que se dan en la naturaleza humana pero sólo se manifiestan en toda su pureza en comunidades previas a la sociedad que conocemos y de las que fuimos parte hasta anteayer.

Sexo, amor y muerte, todos se exhiben en sazón y sin razón; esos armatostes que tenemos escondidos en el desván de nuestro supersticioso progreso.

El muestrario salvaje de vicios y virtudes del ‘Madeinusa’ de Claudia Llosa fue antes la fatalidad irreversible de la condición humana que mostraba Godard en su película homónima de cine negro.

En brazos de la mujer madura.

(Brassai)


Dice Neus Arqués, autora de ‘Un hombre de pago’: “Me interesa analizar la invisibilidad de las mujeres en cierta época de su vida” (reseñado por ‘Martita’ en el blog de Arcadi Espada, 27 de marzo de 2006; entrevista en La Vanguardia, mismo día)

Cómo salir de la clandestinidad sexual en cuatro líneas y acabar de paso con nuestra imagen correcta:

¿Contribuye a esa invisibilidad el riesgo de acusación por acoso que corre el hombre? El acoso social a uno por interpretar acoso sexual a la otra.
La psicosis de acoso sexual, ¿es un paso en la extinción de la actitud sexual femenina a partir de cierta edad? O sea, ¿una nueva forma de la vieja represión sexual de siempre?

¿Alguien se planteará compensar socialmente, incluso legalmente, esa invisibilidad con medidas de discriminación positiva? Por ejemplo, con un marketing generalizado de la mujer madura en EPS. No es tan descabellado: ya empezó 'Lo más Plus' hace pocos años con Fernando Schwartz.

La condena social de la seducción, como medio sospechoso de imposición y dominio masculino, es causa añadida a la biológica de esa invisibilidad. Y la negación de la iniciativa sexual masculina hacia la mujer como origen biológico de la seducción cultural, hace retraerse al hombre en el cortejo. Así, se aparca la atracción entre sexos empezando por negar su nombre: los sexos sustituidos por el aséptico e igualador género, los sexos distintos sumidos en el mismo, diluidos en uno común, en el triunfo del homo como moderna marginación de la antigualla hetero. La atracción natural entre distintos para complementarse –sin afán totalitario de completarse- es sustituida por la identidad férrea de lo mismo: el individuo reducido a género.

La reivindicación feminista de la realización de la mujer a pesar de y contra el hombre, su reclamo de una sexualidad femenina independiente de él es, a estas edades, la nueva versión de la tradicional represión de la sexualidad femenina en la madurez.

El resultado es la invisibilidad femenina y la perplejidad masculina, la ignorancia mutua entre sexos, camino de soledades políticamente correctas pero amargas y no deseadas por quienes, sin embargo, callan. Callan porque la integración en el grupo es un valor –o un estado de comodidad- preferida al riesgo del rechazo y, aún más, al miedo a la victoria del sexo... y del amor posible. ¡Lo que quieren que nos perdamos! Salgamos del escondite higiénico para no perdérnoslo.

(Brassai)

El reformatorio político (encuestas dirigidas)

('Poema del ángulo recto', Grabado de Le Corbusier (Michael Sima)


Los medios de opinión, además de ser cada vez más de difusión, tienen una tecla digital que edita la ficción de la participación del lector, haciéndole creer que puede opinar libremente crear opinión pública. Así, el lector se cree doble rey por unos días, los que dura en pantalla esa ilusión. Las preguntas, cumpliendo la función social de las encuestas, son mastines que pastorean al encuestado hacia el corral de la opinión del medio de que se trate. Por lo tanto, no se habilita la opinión del lector sino al mismo lector como material de construcción que forja la solidez y permanencia de la opinión del diario.

Iremos recogiendo algunas de estas preguntas digitales como muestra de tal maniobra.

Pregunta del día en El País digital, 30 marzo 2006; tema: Alto el fuego de ETA:
¿Piensa que Rajoy colaborará con el Gobierno tras la entrevista de hoy con Zapatero? Los resultados -30% lo creen; 63%, no- anticipan la necesidad de plantear la pregunta con otra redacción.
Una vez más la formulación tímida con pretensión de objetividad anula las alternativas de opinión, por lo que la pregunta honesta sería: ¿Cree que Rajoy debe ir al reformatorio político si no colabora con el gobierno estando como está apercibido de expulsión?, con una coletilla mediadora de moderación: ¿Debe el inspector de visita que es el Rey mediar en la expulsión de Rajoy?
(Notas para una encuesta científica:
1) gobierno es ahora con minúscula cuando se refiere al central.
2) el inspector de visita no tiene funciones)

El periodismo define el consenso.

(Manu Muniategiandikoetxea)


El nuevo consenso, el que establece la legitimidad de lo aprobado según sus nuevos intérpretes (representantes) políticos: "El Congreso aprueba la reforma del Estatuto de Cataluña con la oposición de ERC y PP" A su vez, la oposición puesta en fila de rigurosa importancia –condición subsidiaria y prescindible del PP- e inversa según su situación en la lista de espera para el reformatorio político. (Titular de El País digital, 30.03.2006, que invirtió ese orden en su edición impresa del día siguiente)

El viejo consenso parlamentario, el votado según las antiguas reglas y representantes de los ciudadanos: "El Pleno del Congreso ha aprobado hoy la reforma del Estatuto de Autonomía de Cataluña por 189 votos a favor, 154 en contra y dos abstenciones." (letra pequeña del mismo prospecto: el resultado ajustado y, con él, los diputados se archivan en el refugio irrisorio de la estadística)
Resultante entre procedimientos viejos y nuevos: ”Gran huella en la historia” (titular intermedio) Grabada a la pata coja pero sin que se note, por la caución que supone el titular principal.
Balance sentimental del día: “Hoy ha sido un gran día” (Manuel Marín)Visión de futuro, el encofrado de la cofrade: “será la mejor argamasa para cohesionar nuestro Estado autonómico" (vice)

Y el periodismo más difundido –los diarios gratuitos, de cafetería- prescinde de la necesidad del consenso para dar cuenta de lo aprobado: “Se aprueba el Estatut con el voto en contra de ERC.” (Diario Qué) El voto y la misma existencia política del PP, con sus obras y pompas, con su representación electoral y social, ya no aparece; es prescindible porque no es noticia. Su previsibilidad lo excluye de la noticia y del futuro. Los tabloides olfatean el futuro y diagnostican con intuición el presente, el interés real del ciudadano por la nueva estructura del Estado que inaugura el Estatuto.